He aquí el cuento ganador del Concurso "Clara Campoamor", que lleva por título "SOMOS IGUALES":
En un pueblo llamado "Somos diferentes", estaba prohibido que los niños jugaran con las niñas y que las niñas jugaran a juegos de niños.
Un día, una niña llamada Lucía, se aburría porque el único juego que había para las niñas eran las muñecas y entonces decidió llamar a sus amigas y amigos para poder jugar a los mismos juegos y se inventaron una nueva palabra llamada IGUALDAD, que significaba que todos los niños y las niñas somos iguales para todas las cosas, y esperaban que algún día se cumpliera esa regla.
Decidieron intercambiarse los juguetes para poder ser iguales, pero algunos niños no soportaban a las niñas y no participaron, pero Lucía, que era muy buena amiga, propuso una idea: SI ALGÚN NIÑO O SI ALGUNA NIÑA NO QUERÍA SER COMO LOS DEMÁS DEBERÍA ESCRIBIR UNA CARTA DE AMISTAD Y MANDÁRSELA A LA PERSONA QUE QUISIERA, PERO DESDE AQUEL DÍA TO@S L@S NIÑ@S PODÍAN JUGAR A LO QUE QUISIERAN.
También cambió el nombre del pueblo, que ahora se llama "SOMOS IGUALES"
POESÍA GANADORA: "MUJER"
A las seis de la mañana
suena el despertador,
y la mamá se levanta
ya haga frío o calor.
Lo hace muy despacito,
casi sin hacer ruido,
que no se despierte el niño
que en su cama está dormido.
Se pone un traje sencillo
que luce con desparpajo
y despide a su marido
que sale para el trabajo.
Ella queda sola en casa
realizando sus tareas:
limpia, barre, friega, plancha
¡Y cocina que no veas!
Todavía no ha acabado
y se levanta su niño:
le prepara el Cola- Cao
con mucho cariño.
suena el despertador,
y la mamá se levanta
ya haga frío o calor.
Lo hace muy despacito,
casi sin hacer ruido,
que no se despierte el niño
que en su cama está dormido.
Se pone un traje sencillo
que luce con desparpajo
y despide a su marido
que sale para el trabajo.
Ella queda sola en casa
realizando sus tareas:
limpia, barre, friega, plancha
¡Y cocina que no veas!
Todavía no ha acabado
y se levanta su niño:
le prepara el Cola- Cao
con mucho cariño.
Luego lo lava, lo viste
y por último lo peina,
para que crea el que lo mire
que es el hijo de una reina.
Ya es más de media mañana
y aún aún tiene que hacer más cosas,
incluso si se pone mala
su casa es la más hermosa.
Todo debe estar perfecto
cuando llegue su marido,
no quiere verle molesto
aunque él nunca le ha reñido.
Sólo para a descansar
después de fregar los platos,
que se sienta en el sofá
aunque solamente un rato.
Después viene la merienda,
ducha al niño, haz la cena,
no hay un minuto que pierda,
siempre merece la pena.
Así un día tras otro
los treinta días del mes,
pero ahí sigue poco a poco:
Si quieres corre y la ves.
Nunca tiene vacaciones
ni tampoco días de baja,
hay quien tiene los "bemoles"
de decir que no trabaja.
pues hay millones como ella
y nadie las tiene en cuenta,
es nuestra misión quererlas
y acabar con esta afrenta.
Ayudar es preciso,
y agradecer su trabajo,
ya seas marido o hijo
¡Coge tú el estropajo!
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